Como ciudadana colombiana, egresada de la pública y hoy profesora de la misma; te manifiesto mi más sincero y sentido agradecimiento por tu entereza digna. Desde el año de 2009, has tenido que soportar la ignominia de la estigmatización, criminalización, señalamiento, condena; como también, de muchos, la indiferencia. Desde el comienzo entendí que lo hacían contigo, era contra la universidad pública; lo que cometían en tu contra era contra el cuerpo magisterial; tu sometimiento era el del pensamiento y la opción ética con respecto al mismo; tu condena era la condena contra la existencia de quienes no se someten, ni negocian su dignidad.
Con tu decencia, lógica, claridad política, acción humana, has resistido el régimen autoritario, la moral medieval, la compra venta de conciencias de un modelo mercachifle de vidas y muertes. Miguel Angel, no bajaste la cabeza, no tuviste que insultar a nadie para confrontar la estupidez perversa, pero fuiste mordaz con la palabra y la acción inteligente; no arremetiste ciegamente el crimen de un Estado acallador, pero siempre lo enfrentaste con razones, con criterio, con lógica. Cada vez que te oí me sentí orgullosa de ser tu colega, cada vez que aprendí de tu fuerza razonada me sentí complacida de pertenecer a tu gremio, cada vez que vivencié tu humanidad en medio de la inhumanidad, me siento, he sentido y sentiré la grandeza de considerarme tu amiga.
Muchas gracias Miguel Angel por la defensa que haces de la universidad pública, al pensamiento critico, a la razón humana ; gracias por exigir y ejercer el derecho a la esperanza y la acción vital para transformar un país que esta enfermo de olvido, cinismo e indiferencia; tus lecciones en y desde la cárcel son lecciones de memoria, honestidad y compromiso, las cuales nos obligan a repensarnos como ciudadanos, maestros y por supuesto seres humanos. Muchas gracias por poner tu cuerpo, tu familia, tu trabajo, tu salud, tu existencia en riesgo durante estos años 7 en mi lugar, porque Miguel Angel hemos podido ser cualesquiera de nosotros; por eso me alegra que estés libre, que hoy hayas sido absuelto de cualquier acusación, que aunque muy pero muy lento se haya hecho, en algo, justicia contigo; también hoy, yo me siento libre, más liviana, más humana, porque Miguel Angel hubiera podido ser yo, y quizá, muy seguramente, no hubiera resistido con tanta fuerza , razón, entendimiento y generosidad como lo has hecho tu. Gracias, gracias, gracias POR DEFENDER LA DIGNIDAD.
Jeritza Merchán Díaz
Egresada de la Universidad Pública
Profesora ocasional de Universidad Pública
ORGULLOSAMENTE AMIGA DE MIGUEL ÁNGEL BELTRÁN VILLEGAS
hlvs
ResponderBorrarsaludos de selvas de ECUADOR mateo sanchez Vocero ALFARO
ResponderBorrar