Leí el
interesante artículo del profesor alemán que se anexa( “No
era necesario someter el acuerdo de paz al voto popular” )
y podría decir que todo lo que el dice yo ya lo había
dicho antes, si - mucho antes - del plebiscito; pero como
no soy alemán ni tengo amigos en Semana no logré la
trascendencia que logra ahora sobre hechos consumados el
ilustre alemán.
Sin
embargo, para aprovechar el peso de los decires
extranjeros, quiero resaltar algo que también dije
- desde antes del plebiscito - y es que éste SI ERA
NECESARIO pero para otra cosa. Para poder igualar a los
militares y civiles que delinquieron en medio del
conflicto con los guerrilleros y así pasar disimuladamente una
vergonzosa ley de punto final para los militares y
prostituir, como nunca antes en la historia, el concepto del delito
político. Esto lo dije y lo digo nuevamente porque el acuerdo
puso en igualdad jurídica a los guerrilleros a los
militares y a los civiles que delinquieron en el marco del
conflicto. El fundamento de esta afirmación es que
nuestra Constitución señala que la amnistía y los indultos
generales solo aplican solo a los delincuentes políticos, en
este caso los guerrilleros (artículo 170 CP).
También es
importante volver a decir que en Colombia los autores de la
inmensa mayoría de los delitos de guerra y de lesa humanidad
son estatales y paraestatales y que, por lo tanto, para
que un guerrillero pudiera resultar no amnistiado el
correspondería a la justicia demostrar, encada caso en concreto,
cuales fueron los delitos de lesa humanidad que cometió,
lo que resultaría muy difícil, casi imposible
en mi opinión. Para sustentar estas afirmaciones cité
una sentencia y un auto de la Sala Penal de la Corte. La
sentencia por la cual se declaró por vía de
excepción, la inconstitucionalidad la parte de la "Ley de
Justicia y Paz" que daba a a los paramilitares el estatus
de delincuentes políticos; y el auto por el
cual la Corte se abstuvo de declarar el secuestro, tortura y
asesinato de la señora Gloria Lara de Echeverry como delito de lesa
humanidad porque tal delito no fue cometido de manera
sistemática como arma de guerra, utilizada como argumento para
vencer la voluntad del enemigo. Cuando hacía estas
afirmaciones aclaraba, por una parte, que los secuestros de la
guerrilla no logran el requisito que puso la Sala Penal de la
Corte para tener a tal delito como de lesa humanidad y, por
otra, que los delitos que si son de lesa de humanidad
porque si tienen el interés sistemático de vencer la voluntad
de los enemigos son las desapariciones forzadas y los asesinatos
selectivos que cometieron y que siguen cometiendo los
agentes del estado y sus aliados. Lo anterior se evidencia
con los hechos de muerte que marcan la continuidad de los
genocidios contra cometidos contra el gaitanismo, el
upeísmo y el de los lideres sociales que se han cometido en
los ultimas días, que junto con cualquier expresión popular de
inconformidad han sido, son y seguirán siendo para
el establecimiento y su doctrina militar los "enemigos"
del ejército oficial y de la institucionalidad.
Lo grave
de este asunto es que cuando los militares que estaban
con el acuerdo (en silencio como correspondía
para que su amnistía pasara) se den cuenta de que sin el
plebiscito su amnistía quedará en el limbo jurídico
empezarán (ya empezaron) a aplicar la táctica
que aplicaron durante el gobierno de Virgilio Barco
generando, en principio "casuales" eventos
militares, hasta que la frágil tregua se rompa del todo.
Frente
ante tan terrorífica encrucijada el pueblo mayoritario que no
voto el plebiscito o que voto pidiendo constituyente anulando el
voto, debe señalar el camino de salida a través de la
más grande movilización para proponer la
verdadera paz a través de la urgente convocatoria de una
Asamblea Nacional Constituyente, amplia, abierta y democrática que
rebase las trampas y torpezas denunciadas de un
proceso desarrollado para "amnistiar" al ejercito y sus
aliados, perpetuando la doctrina militar "anticomunista" acogida
inequívocamente, por Colombia, de manera práctica
y eficaz, con la participación en la guerra de
Corea; y política y jurídicamente, con
la constitucionalización de la doctrina anticomunista
hecha por la Asamblea Nacional Constituyente que convocó y
conformó Laureano Gómez y administró el Dictador Rojas
Pinilla.
¡Bitte entschuldigen!
Jorge Salcedo
Militante de Base de "Bases en Rebelión de la UP"
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