lunes, 29 de febrero de 2016

Estudiante Oscar Leonardo Salas Ángel, un recordatorio para este próximo 8 de marzo. 10 años de impunidad . Por: Luis Alberto Castaño

Este año 2016, se conmemorará la ausencia de Oscar Leonardo Salas Ángel, quien cumple ya 10 años de haber sido asesinado por parte del ESMAD de la policía nacional colombiana, este 8 de marzo. La ocasión invita a que, en la Ciudad de Bogotá, nos convoquemos EL 8 DE MARZO en el parque Santander ubicado en el centro de la ciudad, cruce de la carrera séptima con calle dieciséis, a partir de las 9 AM, para dar inicio a una serie de actividades que nos ocupara alrededor de una MANDALA para posteriormente dirigirnos al centro de memoria, paz y reconciliación, ubicado en la carrera 22 No 24 – 52, en donde diversas organizaciones disertaran sobre la brutalidad policial. Posteriormente y a partir de las 5: 30 PM, se dará inicio a la conmemoración del día internacional de la mujer con una obra de teatro y un recital con poesía de Oscar Leonardo Salas Ángel.  

Pero recordemos que fue lo que sucedió aquel 8 de marzo del año 2006.

"El 8 de marzo del año 2006, por un impacto de proyectil recibido en medio de una protesta de estudiantes contra el TLC y reprimida por el grupo ESMAD de la policía, murió en la clínica Fundadores de Bogotá el estudiante del Líbano Tolima, Oscar Leonardo Salas Ángel,”. La muerte de Oscar Salas fue otro de los incontables crímenes del gobierno de Uribe Velez a manos del “Escuadrón Móvil Antidisturbios ESMAD" de la Policía Nacional Colombiana.

Oscar Salas Tenía apenas 20 años, estudiante de lenguas y literatura en la Universidad Distrital y un enamorado de la comunicación. Era también un militante político, pero fundamentalmente un militante de las artes y de la radio; ante todo era un constructor de procesos que buscaba expresar por medio de su voz y su letra, la voz de las mayorías silenciadas de Colombia: los agredidos, los muertos, los olvidados por la historia oficial; un joven, en fin, comprometido con los cambios que requiere y reclama a gritos nuestro país.

Recién Oscar Leonardo había terminado su secundaria y junto a sus compañeros de colegio deberían continuar estudios superiores, para lo que buena parte de ellos se desplazarían a la Ciudad de Bogotá.  Junto a Oscar y a otros jóvenes venidos del Líbano a continuar sus estudios superiores, ya por el año 2005, en la Ciudad de Bogotá, se habían comprometido a trabajar otro grupo de personas, en primer lugar el montaje de un "centro de producción radial", para lo que ya se había dado pasos importantes, pues con ayudas de amigos se logró la adquisición de un computador y una pequeña consola, algunos micrófonos y una pequeña oficina, en la que se podía trabajar, reunirse y convocar a otros jóvenes.

Los jóvenes involucrados, venidos del Líbano, todos habían pertenecido a lo que fue, en principio, un serio proceso, de la emisora comunitaria del Líbano, café 93.5 FM, de la cual Oscar fue uno de los destacados.

Se rodearon entonces de un grupo de intelectuales, que trabajaron junto a ellos, lo relacionado con el lenguaje, en una serie de talleres sobre la temática; también iniciaron el proceso de talleres para edición y producción, que en un primer momento, el mismo Oscar Leonardo asumió; Salas, posterior a hacer un recorrido por el mundo de la edición, la historia de los Beatles y de los Rolling Ston, en cuanto a su aporte para el posterior desarrollo de los Sotfwar que darían vida a la posibilidad de ver el audio y manipularlo, los embarcó en una serie de ejercicios de observación del entorno que los rodeaba, para luego entrelazando la imaginación, el lenguaje y la creatividad, cada uno elaboraría un Spot radial.

En eso se andaba, y precisamente ese 8 de marzo del año 2006, algunos de los integrantes del colectivo se verían con Oscar en la oficina, para trabajar algunos puntos iníciales de un proyecto sobre comunicación; la cita era a las 10 de la mañana y pese a que se esperó hasta las 12 del día, no llegó. Se extrañó el hecho; Oscar se había caracterizado por ser serio en esas cosas. Se dirigieron entonces al cafetín en donde la noche anterior habían acordado la cita; se frecuentaba este sitio, que en muchas ocasiones sirvió para reunirse los miembros del colectivo, en donde se tomaba un buen tinto que hacia recordar el Líbano, se fumaba y conversaba largamente, al son de la buena música que adorna aquel ambiente.

A cualquier momento se aparecería Oscar, se pensó. A las dos o tres de la tarde una llamada advertiría sobre un estudiante gravemente herido en la Universidad Nacional, que al parecer sería del Líbano, aunque quien informaba no lo tenía claro; aun así, a ninguno se le paso por la cabeza que podría tratarse de Oscar Leonardo, además Oscar era estudiante de la Universidad Distrital. Entre las 4 o 5 de la tarde, una nueva llamada confirmaba la noticia de que se trataba de un joven del Líbano, peor aún, de Oscar Leonardo Salas Ángel, quien según la información de quien llamaba, nos indicaba dirigirnos inmediatamente  a la Clínica Fundadores, cercana a la Universidad Nacional, en donde Oscar Leonardo se hallaba gravemente herido.

Este 8 de marzo, día internacional de la mujer, los estudiantes de las universidades públicas en Bogotá le rendían homenaje a la mujer luchadora, hallándose movilizados desde las 10 de la mañana, aprovechando también para protestar contra los Tratados de Libre Comercio TLC y por el peligro que implicaría para la educación en Colombia la firma de estos tratados, que convertirían la educación pública en una simple venta de títulos.

Testimonios recogidos aquel día indican que la policía trató de inmovilizar la manifestación estudiantil con cuatro tanquetas y el escuadrón del Esmad, entre ellas las tanquetas 544, 858 y la 722 y los agentes identificados con los números 11643, 2267, 96818, 03828, 101697, 02114, 02267, 02240, 02222, 92888, 02361, 101597, 02203, 02223, entre otros.

El testimonio de uno de los estudiantes que participó de las protestas, nos ilustra lo sucedido: “Nos encontrábamos un grupo de estudiantes, entre quienes estaba Oscar, sobre el puente peatonal ubicado por la calle 45, prácticamente a la entrada de la Universidad Nacional, sosteniendo una barricada. En ese preciso momento se vino una tanqueta de las grandes, que inicio su agresión botando un chorro de agua; seguimos sosteniendo la barricada, y el escuadrón del ESMAD se protegió tras la tanqueta y empezó a lanzar gases. Escuchamos sobre el puente un fuerte sonido, de impactos que llegaban con mucha fuerza, que no identificamos, disparado desde el lado del Esmad. Entonces Vimos caer a Oscar”.

Una bola de cristal, le fue hallada por medicina legal en el cerebro a Oscar Leonardo; según el diagnóstico de medicina legal, a Oscar este proyectil le entró por el ojo izquierdo, afectándole los dos hemisferios del cerebro; Oscar Leonardo Salas Ángel murió en la madrugada del 10 de marzo, después de sufrir muerte cerebral y un paro respiratorio. 

Una nota del noticiero de Televisión “Noticias Uno” señaló: “la investigación por la muerte de un estudiante en la universidad nacional en un choque con la policía, tomó un nuevo rumbo, gracias a la declaración de un policía que fue miembro del Esmad y que le aseguró a la procuraduría, que el joven murió por una bola de cristal disparada por la policía dentro de una granada hechiza usada en esas manifestaciones; el policía y antiguo miembro del Esmad, le dijo a “noticias uno”, que usaron municiones recalzadas, esto significa, granadas lacrimógenas recargadas artesanalmente con metralla, frijoles y bolas de cristal; la declaración es especialmente grave porque implicaría el uso de armas no convencionales, prohibidas por el derecho internacional humanitario”.    

“Armaron el escuadrón y el Señor mayor Rafael Méndez, dice: súbanse con todos los juguetes” agrega este policía y antiguo miembro del Esmad a “noticias uno”, “los juguetes significan las recalzadas”. El ex-miembro del Esmad le dijo a “noticias uno”, que las recalzadas son las capsulas que quedan cuando se disparan los gases lacrimógenos y que luego son rellenadas con pólvora, bolones, chaquiras y canicas. Según este policía y su declaración ante la procuraduría, la muerte de Salas fue producida por el ESMAD. El testigo también denuncio que la policía usa “papas bomba” para incriminar a los estudiantes.

Ana Benilda Ángel, madre de Oscar Leonardo, en la búsqueda de esclarecimiento, se encadenó frente al bunker de la Fiscalía General de la Nación, el 8 de marzo del 2012, en compañía de otros padres de familia, entre ellos Yuri Neira, padre de Nicolás Neira, otro joven asesinado por el ESMAD, para pedir justicia y que este y otros crímenes no queden en la impunidad. En esta ocasión, los encadenados dijeron que sus hijos murieron por la utilización de armas no convencionales de parte del ESMAD de la policía. Ana Benilda le exigió a la Fiscalía que el caso de su hijo no sea descuidado, porque a su decir y por la época: “ya son seis años de impunidad y a cada rato cambian de fiscal”. Por su parte, su abogado defensor dijo que existe la declaración de un miembro de la policía, que compromete a otros miembros de la institución, que hasta ese momento no había sido tenida en cuenta. Al día de hoy, suman ya diez años desde aquel nefasto 8 de marzo del 2006 en que Oscar Leonardo Salas Ángel, entró a engrosar la larga lista de víctimas del Estado, continuando en la impunidad.

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